A finales de mayo comenzaron los conflictos en el Congreso de Local de Morelos entre los 30 diputados que lo integran debido a los problemas financieros, así como por la aprobación de la Reforma Electoral, en donde se permitiría que legisladores locales se puedan reelegir hasta por cuatro periodos consecutivos. Además, también se hizo pública la nómina de los 30 legisladores, la cual era de 10 millones 789 mil 802 pesos al mes, en donde trascendió que la diputada Hortencia Figueroa del PRD, tenía la nómina más alta con 983 mil pesos de manera mensual y con registro de 90 trabajadores de confianza, muy por arriba de los 90 mil 484 pesos destinados a Jesús Escamilla, diputado del Partido Humanista (PH) y con solo 5 trabajadores.
Tras los conflictos políticos y financieros, entre el G-20 a favor de la Reforma Electoral, integrado por la mayoría de diputados del PRD y el G-10, grupo integrado por legisladores del PRI, PAN, Nueva Alianza, PES y Humanista, quienes tomaron las instalaciones del Recinto Legislativo aproximadamente por un mes, debido a que denunciaron “violencia política” en contra de sus trabajadores tras su decisión. Incluso acudieron a la Suprema Corte de Justicia de la Nación para presentar acciones de inconstitucionalidad en contra de la Reforma Electoral votada.
Lo anterior, debido a que personal de confianza del G- 10 no recibió su pago puntual por parte del Congreso por al menos tres quincenas consecutivas, ocasionando inconformidad en contra de la presidenta de la Mesa Directiva, Beatriz Vicera Alatriste, quien después de dimes y diretes aseguraba que no había recurso para cumplir con el pago, por lo que era posible una reducción en la plantilla de los trabajadores del Congreso.
Finalmente, después de más de un mes de espera se les liquidó por partes el pago a los trabajadores de sus quincenas atrasadas, aunque muchos de ellos, perdieron prestaciones de ley e incluso el derecho al aguinaldo, aún cuando reclamaron que tienen familias por mantener y no se les hacía justo que su salario fuera retenido por “revanchismo político”.
