Descubren mega fosa clandestina en Irapuato

El pasado viernes 28 de octubre, vecinos de la colonia Santa Fe de la ciudad guanajuatense alertaron a la policía municipal y al colectivo de búsqueda "Hasta Encontrarte", lo que derivó en la localización de una mega fosa, ubicada en las cercanías de un terreno baldío.

Tanto las autoridades como los buscadores se toparon con un sitio de inhumaciones clandestino, olores fetidos, oculto por las paredes de un terreno baldío, donde fueron enterrados clandestinamente varios cuerpos.

La macabra “pista” que alarmó a la comunidad fue gracias a un perro que llevaba una pierna en el hocico y el cual condujo al descubrimiento de la fosa en Irapuato, donde han sido localizadas al menos unas 50 bolsas negras con restos humanos.

A través de sus redes sociales, el colectivo señaló el domingo: “Nos duele el alma, nos duele la muerte atroz, ahí están bajo tierra los resultados de la coordinación de los tres niveles de gobierno para regresar la paz a Guanajuato”.

Agentes de la Fiscalía General del Estado (FGE) acudieron a la zona, donde iniciaron con los trabajos de exhumación de los restos que se encontraron al interior de bolsas negras de plástico.

Como si fueran una maleta o un paquete por entregar, de la tierra fueron sacados, uno a uno, decenas de envoltorios con partes humanas, que corresponden a un número indeterminado de personas.

“Es una zona peligrosa, ya era muy tarde y no hubo apertura de parte de la Fiscalía; no nos dejaron entrevistarnos con el Ministerio Público, Sedena y la Guardia Nacional estuvieron resguardando y fueron más cerrados”, señaló Karla Martínez, del colectivo Hasta Encontrarte y la Brigada independiente de búsqueda.

Por el estado en que se encontraron los restos, extraoficialmente se cree que el lugar comenzó a ser usado recientemente por alguno de los grupos de la delincuencia organizada que tienen presencia y actividades delictivas en el Estado para sepultar a sus víctimas, algunas de las cuales pudieron ser torturadas.

Esta es la enésima fosa de grandes dimensiones encontrada en Guanajuato, y por lo menos la segunda en Irapuato, después del hallazgo de restos óseos en las inmediaciones de la presa del Conejo.