Uriel Martínez es un chico de 15 años que fue diagnosticado con discapacidad psicomotriz y de lenguaje desde que nació.
Su mamá, la señora Martina Coateco, dijo que desde que inició la pandemia se preocupó por la salud de su hijo, por lo que desde que comenzó la vacunación por varios meses busco una dosis para su hijo, sin embargo, el programa aún no abarcaba a este sector de población.
Afortunadamente, hoy tras meses de espera e incertidumbre, Martina logró que Uriel obtuviera su dosis contra coronavirus, quien desde que nació no logra mover su mano y su pie izquierdo, discapacidad para la cual tendría que utilizar un aparato especial para mejorar el movimiento de sus extremidades, sin embargo, por la falta de recursos no ha podido acceder a dicho aparato.
La familia de Uriel tampoco pudo promover un amparo, como lo hicieron otros padres de familia para poder inocular a sus hijos, derivado de su situación económica.
