Abordar el tema del Trastorno Espectro Autista puede ser difícil, debido a que es una realidad desconocida por muchas personas, el también llamado TEA, es un trastorno del neurodesarrollo que se presenta con características específicas como puede ser la dificultad en la comunicación, dificultades en la interacción social, intereses específicos y comportamientos repetitivos: alinear cosas, clasificar colores, entre otros aspectos.
Es importante compartir que no es una enfermedad, es una condición de vida permanente, esto significa que las personas nacen, viven y mueren con TEA, lo que nos lleva a comprender que no es contagiable.
Por ello, es importante que cuando los padres detectan un retraso en el desarrollo de sus hijos, acudan a un especialista que los pueda orientar para saber cómo interactuar con ellos.
Si bien, las terapias deben ser una atención integral que abarque aspectos del lenguaje, sensoriales, y de comunicación también es fundamental un abordaje familiar, debido a que este último, es el seno que debe aprender a llevar a cabo estrategias para lograr adaptarse a cualquier contexto en el que se encuentren.
Y es de esta forma que nos lo comparte Adriana Alvarez,ella es psicóloga y terapeuta integral en el Centro Autismo Educación Especial Cuernavaca (AEI), quien resalta la importancia de que la familia también tenga un acompañamiento.
Adriana, nos platica su experiencia, no solo como terapeuta integral de AEI, sino también como madre de una joven con autismo.
“Yo tengo una hija de diecinueve años con autismo, entonces nosotros llegamos porque ella tomaba terapias aquí, y al ver el trabajo que hacen en AEI me interesó mucho formar parte del centro y empezar a trabajar aquí”
Como psicóloga, Adriana trabaja más con los padres de familia, les brinda contención, trabajando en ellos el duelo y la aceptación, y explicándoles cómo deben manejar las crisis que puedan presentar las personas con TEA.
“Las crisis que presentan los chicos, muchas veces son sensoriales, entonces los papás tienen que saber y conocer qué es lo que detona esa crisis y al momento que se detona anticiparse para evitarla, y si no se puede evitar saber cómo se puede actuar y contener”
Se debe tomar en cuenta que todas las personas que tienen esta condición de vida, son diferentes, por lo cual las mamás y papás, deben conocer a sus hijos para saber cómo actuar ante las crisis que lleguen a surgir en el día a día.
“Pueden ser muchas cosas que detonan estas crisis, pueden ser el conjunto de luces y sonidos fuertes, a veces música fuerte, el sonido de una licuadora o aspiradora, sonidos que para nosotros pueden ser cotidianos pero para ellos pueden ser un verdadero martirio”
La psicóloga Adriana Álvarez, reitera la importancia de mantener la calma, como familiares, para poder entender y comprender las emociones, para lograr canalizarlas y al mismo tiempo dar contención.
“Cuando hablamos de brindar contención, nos referimos a que nosotros como adultos primero debemos guardar la calma para lograr dar contención al otro, y en este punto yo me mantengo en calma, sí el chico lo permite podré abrazarlo, si no lo permite entonces solo permanecer cerca”
Debido a la sensibilidad de sus emociones, las personas con autismo, pueden incluso autolesionarse, golpearse con la pared u otros objetos, por lo que parte de la contención es ayudarlo a que no realice estos actos de lesión.
Al momento que abordamos el tema de concientización, Adriana, suspira y reflexiva recuerda la importancia de saber actuar ante la presencia de una persona con TEA, debido a la emociones que de ambas partes se pueden generar.
“Los papás en verdad manejamos muchísimo estrés, porque de verdad cuando suceden estas crisis normalmente se confunden con ‘no los sabemos educar’ o ‘ son niños malcriados’, muchas veces es difícil para los demás comprender cómo las personas con esta condición, perciben el mundo”
De acuerdo con testimonios del centro AEI, el autismo es más complicado de detectar en mujeres, la prevalencia es de una niña por cuatro niños.
Sofia, joven diagnosticada con autismo a los dieciséis años.
Si bien, en un principio mencionamos que las personas nacen con esta condición, no siempre se detecta en los primeros años de vida, tal es caso de la hija de Adriana Álvarez, quien recuerda que al principio solo se maneja la actitud de su hija como “problemas emocionales”.
La joven hija de Adriana, Sofía, fue diagnosticada con TEA a la edad de dieciséis años, su madre recuerda que desde niña, nunca toleró que en su cumpleaños le cantaran las mañanitas, debido a que originan en ella una crisis que es difícil contener.
“En el pastel había que hacer el aviso que nadie cante, por favor, solo puede cantar la mamá porque entonces aquí las cosas se pueden poner muy feas”
Dulce, paciente, con memoria privilegiada, percibe el mundo de manera diferente, es así como la psicóloga Adriana, describe su hija Sofía, y recuerda con precisión las palabras que en algún momento le dijo.
“ No me gusta estar sola, no quiero estar sola , pero no se como estar con los demás, no se como permanecer con los demás” Fueron las palabras que Sofía.
La pandemia generada por el COVID19, también generó cambios en Sofía, quien el confinamiento le hizo bien, debido que acudir a lugares con poca gente era algo que incluso, podía disfrutar, pero el retorno a la normalidad podría generar en ella, algunas crisis que no quisieran que sucedieran.
“Me da miedo actualmente, después de la pandemia, volver a convivir con los demás, porque a veces cuando llega a pasarme algo así, como un detonante de una crisis la gente se asusta y no me gusta que me vea raro” Fueron las palabras que Sofía, le dijo a su madre.
Sofía, es una joven que ha terminado el bachillerato, actualmente tiene el reto de volver a convivir con las multitudes pero, también tiene sueños que van más allá, pues desea viajar a Australia para aprender inglés, con la decisión firme de lograrlo ha iniciado la búsqueda de alternativas para realizar su viaje por medio de un intercambio estudiantil.
Finalmente la psicóloga y terapeuta integral Adriana Álvarez, continúa compartiendo un mensaje claro a la población y es que señala que podríamos tener más conciencia de esto, y si vemos a alguien que para nosotros tal vez actúa raro, porque no sabemos lo que realmente está pasando, ayudaría mucho preguntar si necesita algo o simplemente mantenerse calmado y estar cerca sin invadir a la persona.
“No mirarlos extraño, no mirarlos raro, no hacer sentir más de lo que ya sienten , ya es demasiado lo que están sintiendo y todavía sentir el escrutinio y sentir que los demás los están juzgando es demasiado para ellos”
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