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Campanario de Ocotepec: Lugar donde se reunían los brujos

Ocotepec es un poblado de Cuernavaca reconocido por sus celebraciones durante el Día de Muertos, donde se realizan ofrendas con el cuerpo simulado del ya finado y los visitantes llevan cirios o velas para alumbrar el camino del muerto hacia su casa, costumbre que se conoce como “la cereada”.

Sin duda alguna, este pueblo está lleno de tradición y leyendas peculiares, una de ellas es la del Campanario de la iglesia de El Divino Salvador.

En 1536 iniciaron los trabajos de construcción del convento de El Divino Salvador, concluyendo en 1592, sin embargo, en la actualidad sólo se conserva la iglesia, ya que el convento fue destruido.

Cabe mencionar que, es uno de los primeros templos católicos construidos en México, su construcción fue siete años después que la Catedral de Cuernavaca.

El Campanario de la iglesia de Ocotepec guarda la leyenda de un hombre que cayó de más de 50 metros de altura, acabando así con su vida, pero

¿Cuál fue la causa de ese fatal suceso?

Para ello, nos tenemos que remontar a los primero años de la iglesia, donde se cuenta que en la bóveda del campanario se suscitaban rituales ajenos a la religión.

En dicho lugar se realizaban reuniones de brujos del poblado (conocidos también como nahuales), con la finalidad de llevar a cabo rituales con oraciones y sacrificios o también, solo se reunían para debatir sobre lo que les pasaba como grupo.

Una noche, el hombre que se dedicaba a tocar las campanas de la iglesia, Maurilio Morales ascendió al campanario, dándose cuenta de las reuniones secretas que mantenían las diferentes sectas de la zona, motivo que pudo haber generado algún conflicto con los brujos y teniendo como consecuencia su muerte.

Otras versiones señalan que Maurilio podría haber tenido un accidente al momento de tocar las campanas, ya que la persona que las toque debe de balancearse fuerte para generar el eco y el sonido sea repartido, por lo que posiblemente cayó al impulsarse.

En la actualidad, los pobladores de Ocotepec comentan que toda aquella persona que se a altas horas de la noche en la iglesia de El Divino Salvador y quiera tocar las campanas, experimentará actividades paranormales debido a todos los espíritus que habitan en el campanario.

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