Un reciente estudio, publicado en la prestigiosa revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society, ha confirmado una de las predicciones de Albert Einstein sobre los agujeros negros: existe una "región de caída" en el borde de estos objetos cósmicos donde la materia ya no puede mantenerse en órbita y comienza a caer.
Esta observación refuerza la teoría de la relatividad general de Einstein, que describe cómo la gravedad altera la estructura del espacio-tiempo.
Utilizando avanzados telescopios capaces de detectar rayos X, un equipo de astrónomos ha observado por primera vez esta denominada "región de inmersión" en un agujero negro situado a unos 10.000 años luz de la Tierra. El agujero negro en cuestión pertenece a un sistema llamado MAXI J1820+070, compuesto por una estrella más pequeña que el sol y el propio agujero negro, cuya masa se estima en 7 a 8 veces la del sol. Los astrónomos emplearon los telescopios espaciales NuSTAR y NICER de la NASA para recopilar datos sobre cómo el gas caliente, conocido como plasma, de la estrella es absorbido por el agujero negro.
"Hemos ignorado esta región porque no teníamos los datos... Pero ahora que lo sabemos, no podríamos explicarlo de otra manera", declaró el científico investigador Andrew Mummery, autor principal del estudio.
Esta no es la primera vez que los agujeros negros confirman las teorías de Einstein. La primera fotografía de un agujero negro, capturada en 2019, ya había reafirmado la idea de que la gravedad es el resultado de la curvatura del espacio-tiempo por la materia. A lo largo del tiempo, muchas otras predicciones de Einstein han sido verificadas, incluyendo las ondas gravitacionales y el límite de velocidad universal. "Es difícil apostar contra él en este momento", comentó Mummery, miembro de Leverhulme-Peierls en el departamento de física de la Universidad de Oxford en el Reino Unido.
A diferencia del horizonte de sucesos, que está más cerca del centro del agujero negro y del cual nada, ni siquiera la luz, puede escapar, en la "región de inmersión" la luz aún puede escapar, aunque la materia está irremediablemente atraída por la poderosa fuerza gravitacional, explicó Mummery.
Según Christopher Reynolds, profesor de astronomía en la Universidad de Maryland, College Park, encontrar evidencia concreta de la "región de inmersión" es un avance crucial que permitirá a los científicos afinar significativamente los modelos sobre el comportamiento de la materia alrededor de un agujero negro. "Por ejemplo, se puede utilizar para medir la velocidad de rotación de un agujero negro", señaló Reynolds.