Hace unos días, fue difundido este video, donde hombres armados y con equipos tácticos bailando y bebiendo en una boda que se realizó en el municipio de Coyuca de Catalán, en Guerrero.
Portando armas largas, pistolas y uniformes de militares, así acudieron al enlace matrimonial, sin incomodar a nadie, pero sobre todo sin ser molestados.
Hoy así se vive en el México del “abrazos y no balazos”; imperando en todo momento la omisión y la tibieza que permite que escenas cómo estás se vivan a diario, haciéndonos vivir bajo el yugo de los menos, pero si los más organizados y fuertes, superando en todo a la propia autoridad.
Este es el México del “abrazos y no balazos”, donde el presidente saluda de mano a familiares de narcotraficantes, visita los pueblos de donde son originarios, les libera tras ser detenidos e incluso, humilla a una de las corporaciones más queridas y respetadas en el país, luego de prácticamente obligarlos a replegarse tras ser perseguidos por sicarios, pero a quienes se les garantiza no ser tocados por ninguna ley y tienen prioridad en el respeto de sus derechos.
Que mal estábamos al pensar que el famoso “culiacanazo” era lo que más nos hizo vulnerables ante los criminales, pues hoy son ellos mismos los que “garantizan” una mayor seguridad ante la incapacidad de los gobiernos.
Pero para el presidente, todo esto se va a solucionar haciendo llamados a que sean buenas gentes, a que no pongan tristes a sus madres al cometer hechos delictivos, a no robar y no mentir…
En el México del “abrazos y no balazos” es más fácil minimizar los 10 feminicidios que ocurren a diario; los 11 periodistas asesinados en este 2022; las más de 100 mil desapariciones, incluso es más fácil acusar a la prensa que es detenida por un convoy de criminales, y que al cubrir una gira presidencial, precisamente en la tierra de Joaquin “El Chapo” Guzmán, de hacer un escándalo porque “al final no pasó nada”.
En México vivimos en un mundo al revés, donde al ciudadano, a las corporaciones se les acusa, ataca y señala mientras que a los delincuentes se les trata como reyes y se les dan garantías de total respeto.
Actualmente en el país existen más de 40 organizaciones criminales, dedicadas particularmente al narcotráfico y de las cuales sus líderes no han sido “tocados” al contrario, pareciera que se les protege y lo que es peor, ellos si actúan contra fuerzas del Estado o qué me dicen de lo expuesto en un video viralizado en redes sociales donde hombres fuertemente armados insultaran a varios soldados tras someterlos en el piso.
La grabación habría sido filmada en el poblado de La Noria, bastión del Cártel de Sinaloa.
Tampoco olvidemos lo dicho por el presidente Andrés Manuel sobre el respetar los derechos humanos de quienes integran las células delictivas, ahora habrá que ver qué tanto poder le da esa postura.
Tanto es el apoyo que han recibido los delincuentes que hoy van a fiestas y se divierten sin que nada más importe, pues finalmente así se opera en el país donde se dicta, religiosamente el “abrazos, no balazos”.
