ir al contenido

Los estropajos de Don Francisco, un referente en Cuernavaca

Vendedor de estropajos en Cuernavaca

El señor Francisco es conocido al norte de Cuernavaca por recorrer las calles de la ciudad caminando con un producto que vende desde hace algunos años: estropajos.

Este producto, proveniente de plantas que crecen en zonas tropicales principalmente, es muy común encontrarlo en las regaderas de los hogares mexicanos ya que su uso es constante y se cambian cada determinado tiempo.

Don Francisco sale muy temprano de su casa todos los días con sus zapatos, camisa, pantalón, una cangurera, su sombrero o gorra para el calor en la capital morelense y el cargamento de estropajos.

Con su bastón camina todos los días, de lunes a domingo, desde su casa en el poblado de Tetela hasta avenida Compositores; ahí descansa bajo la sombra de un árbol, sentado en una jardinera que se encuentra a las afueras de un fraccionamiento y un hotel marcado con el número 205.

Su avanzada edad no le impide recorrer más de 3 kilómetros todas las mañanas para llegar hasta el punto donde ha vendido sus estropajos por más de 5 años, ingreso con el que viven él y su esposa.

“Toda la vida he trabajado”

El señor Francisco es originario de Veracruz y desde muy pequeño se salió de la escuela, por lo que no sabe leer ni escribir.

“Los pocos años que fui a la escuela cuando era un niño la maestra no nos enseñaba bien; solo nos leía cuentos y por eso me salí”.

Ya cuando era un adolescente, vino a Cuernavaca para algunos asuntos personales, pero quedó tan encantado con la Eterna Primavera que decidió quedarse.

Fue cuando decidió emprender y comenzó con la venta a cambaceo de muebles como mesas, sillas y hasta camas.

“Iba con mi diablito caminando por las calles y cargando pues lo muebles bien pesados. Por fortuna había buena venta y de ahí se hizo un dinerito”.

Gracias a ello, logró hacerse de un patrimonio en donde vive actualmente. Posteriormente fue cambiando de productos.

Ha recorrido las calles de casi todo el estado

Aunque ahorita solo vende en Cuernavaca, en realidad ha pisado las calles de varios municipios al oriente y norte de Morelos, vendiendo diferentes artículos.

Se trasladaba en camión hasta la localidad, como Tlayacapan, y con sus zapatos y sombrero salía adelante, sin importar el esfuerzo físico.

“Ahorita ya me duelen las rodillas, ya no aguanto caminar tanto, por eso nada más me quedo acá en este lugar”.

Ni la pandemia lo detuvo

Pero ni el dolor en el cuerpo ni la pandemia son pretextos para detener a Don Francisco, pues a pesar del confinamiento general que hubo el año pasado, siguió vendiendo en la calle.

“Estuve nada más como 3 días en mi casa, me aburrí y me salí a vender otra vez. Además es mi sustento. En un buen día de ventas gano de 300 a 400 pesos, pero no todos los días son así”.

Si necesitas un buen estropajo y deseas comprarle, puedes encontrarlo de lunes a domingo en un horario de 9:00 am a 3:30 pm. Los precios van desde los 25 hasta los 60 pesos.

Más reciente