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Nativo (2019) Alberto Olea

"Fue un concepto del cual me he nutrido para componer a partir de una colección de grabaciones que del viento, fuego, aire y del agua"

Foto: Especial

Inspirado en los cuatro elementos naturales, este proyecto de música electrónica utiliza el concepto de paisaje sonoro de Murray Schafer, ya que a la par trabajé haciendo sonido para trabajos de televisión, cine y series documentales, encontré las bases del soundscape, como lo menciona Shafer (2015) en una entrevista.

"Un soundscape es una colección de sonidos, casi como una pintura es una colección de atracciones visuales, esos sonidos se vuelven milagrosos”.

Realicé grabaciones con Francisco Ocampo, Erick Moronatti y el productor René Calderón, y contó con la colaboración del cantante Alexis Yael.

En términos de campo de percepción, es posible referirse al paisaje sonoro como el espacio portador de diálogos sonoros, que constituyen o conforman la mayoría de significaciones sociales, culturales e ideológicas, a partir de las cuales los sujetos establecen su identidad.

A pesar de que mi influencia inicial fueron textos y entrevistas acerca del tema paisaje sonoro, sé que no hago puramente arte de este tipo, sólo fue un concepto del cual me he nutrido para componer a partir de una colección de grabaciones que del viento, fuego, aire y del agua, grabados en Amatlán, Tepoztlán y Cuernavaca, en el estado de Morelos. 

El nombre de este álbum responde al deseo de volver a hacer música sin presiones, y pretensiones, volver a lo elemental, a lo natural, a lo más básico, y eso lo traduzco a estar en paz con lo que tenemos y el mundo que nos rodea.

Para este álbum pude realizar dos videoclips, Danza en el Fuego: realizado con el artista visual Alejandro Linares y Viento del Sur para el cual, junto con el artista Javier Ocampo, elaboramos una animación con fotografías que tomé en un viaje, en distintos lugares de Chiapas, México.


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