Una funcionaria del registro civil en Reino Unido trató de convencer a los padres de un bebé para que recapacitaran sobre el polémico nombre que querían para su hijo: Lucifer.
Los hechos ocurrieron la semana pasada, cuando Dan y Mandy Sheldon llegaron a las oficinas del registro civil que recientemente reabrieron sus puertas tras mantener suspendidas las actividades por la pandemia.
Vaya polémica que generaron cuando se acercaron con la persona que los atendió y expresaron su deseo de llamar Lucifer a su bebé de 4 meses de edad.
Inmediatamente la encargada de las oficinas les intentó explicar las consecuencias de ponerle un nombre así, argumentando que tendría problemas en la escuela porque los maestros no querrían enseñarle y le costaría encontrar un trabajo.
Sin embargo los papás intentaron explicarle a la funcionaria que ellos no son personas religiosas, y que en griego significa “portador de luz” y “amanecer”; pero aseguraron que “ella no quiso escuchar”.
Pero al registro civil no le quedó de otra que aceptar la voluntad de los padres, por lo que el bebé quedó registrado bajo ese nombre.
Al final, la misma oficina tuvo que pedir disculpas por la polémica generada: “Nos disculpamos si se sintieron ofendidos, pero es tarea de nuestros registradores asesorar sobre estos asuntos, ya que a veces las personas no son conscientes de ciertos significados o asociaciones en torno a ciertos nombres”.
La palabra Lucifer es relacionada al diablo o situaciones del inframundo dentro de las religiones judías, cristianas y católicas, principalmente.
Con información de Daily Mail.