Era un 4 de marzo del 2004. René Bejarano, funcionario del entonces Distrito Federal, y cercano al hoy presidente Andrés Manuel López Obrador, llegó como invitado al programa de Televisa “En Contraste”. Ahí le hicieron una amable entrevista y el hombre salió muy contento del estudio. Estaba a punto de irse orgulloso a su oficina burocrática cuando le dijeron que “El Payaso Brozo”, conductor del foro aledaño, quería saludarlo.
Al llegar al lugar, René le dio la mano al personaje, encarnado por Víctor Trujillo, y también a Federico Döring, diputado panista, quien ya iba de salida. Bejarano no lo sabía, pero en ese momento ya se encontraban al aire, de hecho “Brozo” lo había anunciado antes del corte comercial con la canción “El Mudo” de fondo.
Ahora, la audiencia mexicana estaba a punto de ver un juicio mediático en vivo y a todo color, que tomó a Bejarano por sorpresa. “Federico Doring, que acabas de ver aquí, nos ha traído una bomba, quiero que te prepares porque es un misil”. Acto seguido, el payaso de pelo verde le mostró al público un video en el que se veía a Bejarano recibir fajos de billetes, enredados en ligas, de un misterioso hombre con el rostro censurado.
Era un acto de corrupción grabado a escondidas y ahora revelado a México con el principal inculpado en primer plano. “Ya estamos hasta la madre de que estas situaciones sucedan”, regañó “Brozo” a René, pero entonces, vino otra revelación. René confesó que el otro hombre era Carlos Ahumada, un empresario argentino que aportaba ilegalmente dinero a las campañas del PRD.
El escándalo fue tal que Bejarano fue detenido e ingresado al Reclusorio Sur. Sin embargo, sus declaraciones sirvieron para que también Ahumada fuera procesado. El empresario estaba muy molesto porque dos personajes no habían cumplido su palabra de darle protección.
Carlos Ahumada confesó que grabó a escondidas a René Bejarano y le presentó el video al mismísimo expresidente Carlos Salinas de Gortari, quien a su vez lo mandó con el panista Diego Fernández de Cevallos, el polémico “jefe Diego”. “Fueron ellos quienes lo planearon todo para afectar a López Obrador en su camino a la presidencia en el 2006”, dijo Ahumada.
AMLO subrayó también esta versión al decir “el objetivo de exhibir a Bejarano no era combatir la corrupción, era dañarme políticamente”. El caso de Bejarano cimbró a todo el país y lo dividió entre quienes condenaban sus actos, y quienes señalaban a Televisa por tenderle una trampa por órdenes de Salinas de Gortari, quien solo se limitó a decir que las acusaciones eran “política-ficción”, sin embargo, nunca negó los hechos.
Este año, se cumplirán 20 de aquel suceso que dio inicio a la crisis política de México en aquel momento. Al escándalo de Bejarano le seguiría el intento de desafuero de AMLO, la campaña de miedo del 2006 y las acusaciones de fraude electoral que, hasta la fecha, Obrador, ya como mandatario, sigue sosteniendo.
En este 2024, el video completo de aquel programa de televisión ya no se encuentra disponible, ha sido retirado de YouTube y solo quedan fragmentos de ello. Ahumada sigue en prisión, “Brozo” ya no tiene programa en el país y René Bejarano, apodado “El señor de las ligas”, se ha retirado de la vida pública. O al menos, eso es lo que él dice.
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