En un lapso de 24 horas, la violencia en Sinaloa se cobró la vida de siete personas, entre ellas Martín García Corrales, alias "El Tano", un conocido operador del Cártel de Sinaloa, cercano a Ismael "El Mayo" Zambada.
García Corrales, por quien la DEA ofrecía una recompensa de 4 millones de dólares, fue encontrado sin vida junto a otros dos hombres en un camino rural que conduce a la comunidad de El Aguaje, en el municipio de Elota, aproximadamente a 110 kilómetros de Culiacán.
Los cuerpos de las tres víctimas presentaban signos de tortura, estaban atados de manos y tenían el rostro cubierto con cinta adhesiva. Fueron ejecutados con disparos de arma de fuego.
Las autoridades norteamericanas habían identificado a García Corrales y a su hermano, Leobardo García Corrales, alias "La Loba", como operadores clave en el tráfico de drogas para el Cártel de Sinaloa.
Además de este triple homicidio, la jornada violenta dejó cuatro víctimas más en distintos puntos del estado:
En Culiacán, se reportaron dos incidentes: el cuerpo de un hombre fue encontrado cerca del río Culiacán, con signos de tortura y disparos, mientras que en la colonia Montesierra, dos personas más fueron halladas sin vida con heridas de bala.
En Mazatlán, la violencia alcanzó a turistas. Un joven de 20 años, originario de Los Ángeles, California, fue asesinado en la playa Gaviota, mientras que su acompañante, una joven identificada como Karen “N”, resultó herida.
Finalmente, en el fraccionamiento Las Quintas, en Culiacán, un joven de 21 años fue baleado cerca de su domicilio y trasladado a un hospital, mientras que en la colonia Cañadas, el ocupante de una camioneta Toyota fue atacado a tiros y también resultó gravemente herido.
