A cuatro meses del crimen cometido a dos sacerdotes jesuitas en la comunidad de Cerocahui, en Chihuahua, la comunidad religiosa aún no ha accedido a la justicia a pesar de que las investigaciones apuntan a un nombre: José Noriel Portillo, "El Chueco".
Con base en las filtraciones del caso Guacamaya Leaks se puso en evidencia la negligencia de sus Fuerzas Armadas (FFAA) con respecto a las actividades del narcotraficante, ya que se tenía conocimiento de las actividades ilícitas y criminales de Noriel Portillo desde el 2020, es decir, dos años antes de la tragedia en la Sierra Tarahumara.

De manera que el gobierno pudo haber evitado la agresión fatal contra los dos clérigos el pasado 21 de junio del 2022. Por lo que los Jesuitas de México lamentaron que no se le diera seguimiento al caso del padre Javier Campos Morales y Joaquín César Mora.
📍#Comunicado
— Compañía de Jesús en México (@Jesuitas_Mexico) October 17, 2022
La Compañía de Jesús condena que el ejército clasifique al @CentroProdh como “grupo de presión” y el monitoreo militar a religiosos, tras los asesinatos de los #jesuitas en #Cerocahui.
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