Muchas veces hemos escuchado o visto diferentes fundaciones que recolectan las tapitas de botellas de plástico, pero ¿sabías que estas son convertidas en muebles y juguetes?
Karen Pineda, coordinadora del Banco de Tapitas en Morelos, nos explicó que una vez que la gente dona sus tapitas, éstas son entregadas a empresas dedicadas a fundirlas y convertirlas en muebles de oficina o juguetes, los cuales son vendidos, y el dinero obtenido se destina al pago de tratamientos de niños con Cáncer.
De acuerdo a la coordinadora de la fundación, cada quimioterapia cuesta, aproximadamente nueve mil pesos, de ahí la importancia de recaudar el mayor número de tapas de plástico para generar los ingresos. Cabe resaltar que actualmente está fundación lleva el tratamiento de 200 niños de todo el país.
