Pedro Arteaga, Director de Desarrollo Agropecuario del municipio de Temixco, afirmó que los productores de rosas sufrieron pérdidas entre un 60 hasta un 80 % en sus ingresos tras la aparición de la pandemia.
Señaló que al cerrar y disminuir la afluencia de consumidores en los establecimientos que realizan la venta de flores, también provocó pérdidas de empleo dentro del ramo hasta de un 40 %.
“La gente ni siquiera podía vender sus rosas, porque cerraron los mercados de México, los regionales y a veces se quedaron con la producción en el campo”.