En las barrancas de Cuernavaca, donde vive el cangrejito barranqueño, al menos dos mil descargas de aguas residuales clandestinas, amenazan el hábitat de esta especie endémica de Morelos.
Es por eso que el biólogo, Diego Oliveros quien ha dedicado la mayor parte de su vida estudiando a esta especie pidió la intervención urgente de las autoridades.
“Hay que abocarnos a generar leyes y legislaciones que cuiden estos espacios, las barrancas como tal. También hacer campañas de limpieza, de concientización y de estas descargas (residuales) y ver cómo se pueden eliminar”.
El Cangrejito, es una especie que se encuentra en peligro de extinción por estas causas, pero también porque muchos ciudadanos no están contribuyendo al cuidado del medio ambiente.
En estos afluentes las autoridades aseguran que han encontrado no solo basura, si no hasta muebles y refrigeradores.
Por ejemplo, existen todavía en el Parque Barranca Chapultepec, en el Pilancón, en el parque Melchor Ocampo y algunas barrancas de Tlaltenango. Y es que esta especie necesita también de un clima característico de Cuernavaca.
“Tiene una limitante que no la podemos determinar con certeza, pero que pensamos que tiene que ver con la temperatura. Acá tenemos aguas que tienen entre 16 y 18 grados, mientras que en el sur son aguas ya más cálidas en las cuales no está por esa característica”.
Este es un animal detritivoro, es decir que se alimenta de material en descomposición, como son las hojas que caen de los árboles, aunque también llegan a comer pequeños peces.
Un dato curioso es que sus patas son más puntiagudas que las de cangrejos de mar, pues ellos no son tan buenos nadadores. No miden más de 5 centímetros, así que cuando te encuentres alguno, contempla su belleza y ¡Protégelo!
