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La estúpida forma de hacer política en México

Esta fue la mejor manera que encontró el diputado, Carlos Manzo para presentar ante el pleno del Congreso de la Unión una iniciativa para sancionar a personas que realicen disparos al aire.

Si bien, la clase política mexicana, nunca se ha distribuido por trabajar de manera eficaz, correcta y en beneficio del pueblo, este acto ocurrido desde una máxima tribuna, nos deja ver que nuestras “autoridades” no son capaces de desempeñarse con responsabilidad.

En México, cada hora 10 mujeres son víctimas de feminicidio; en lo que va del sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador se está por alcanzar los 100 mil homicidios dolosos y la violencia va en aumento.

Pero eso no les importa a nuestras autoridades, quienes solo convierten en un circo aquellos recintos donde deberían emanar leyes que nos protejan.

La propuesta del diputado morenista no está del todo mal, ya que se trata de reformar el artículo 162 de Código Penal Federal. En la justificación del proyecto señala que durante las fiestas patrias y reuniones decembrinas, “hay incidentes trágicos en la población, toda vez que la detonación de armas al aire provoca la muerte de miles de mexicanos”.

La sanción que plantea es de uno a cuatro años de prisión o de 180 a 360 días multa y decomiso al que detone arma de fuego apuntando al aire sin justificación.

Hasta ahí, la iniciativa tiene sentido, porque año con año se registran muertes de personas, incluidos menores de edad que son alcanzados por balas perdidas.

De acuerdo con el Centro Regional de las Naciones Unidas para la Paz, el Desarme y el Desarrollo en América Latina y el Caribe (UNLIREC), México es el segundo país de la región con más incidentes y víctimas derivados de estos eventos.

Los datos del UNLIREC provienen de un monitoreo a los reportes sobre estos incidentes registrados en medios de comunicación regionales entre 2014 y 2015. Estos resultados muestran que México tuvo 116 casos, solamente debajo de los 197 que hubo en Brasil, el país más poblado de América Latina.

Con esto, México se situó arriba de Colombia, que tuvo 101; de Venezuela, que tuvo 70, y de Perú, que tuvo 42. Los 116 incidentes contabilizados en México generaron 132 víctimas: 55 personas muertas y 77 lesionadas.

Por edades, 54 de los afectados eran menores —40.9 % del total—, 32 eran adultos, 24 eran adultos jóvenes y de 22 no se especificó este rasgo.

De acuerdo con la información recabada, en 28 % de los casos no se supo de dónde provino la bala perdida, en el 16 % provino de situaciones de violencia social, en 15 % provino del crimen organizado y en 14 % provino de los llamados “tiros alegres”, aquellos que se lanzan al aire en algún festejo.

Este panorama fue planteado en una nota publicada por Expansión Política, en julio del 2019, así que resulta por demás interesante y urgente la aprobación de dicha reforma.

Lo que no se entiende, es la manera en la que la mayoría de los políticos convierten sus propuestas o sus intervenciones en tribuna en un verdadero circo, sin tener siquiera un grado de responsabilidad sobre lo que hablan.

Y dice el dicho “tenemos a los gobernantes que nos merecemos”, algo que, le aseguro muchos de nosotros no compartimos, pues la mayoría de los mexicanos somos gente trabajadora, honesta, responsable y que de ninguna manera merecemos a políticos como el diputado Carlos Manzo, o como muchos otros.

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