En una sesión histórica el Parlamento de España aprobó la ley para regularizar la eutanasia y el suicidio asistido, siendo de los pocos países en el mundo en permitir que un paciente con alguna enfermedad incurable o degenerativa decida morir y sea ayudado para ello por profesionales de la salud.
La propuesta fue realizada por el gobierno del socialista Pedro Sánchez, misma que fue validada por la Cámara de Diputados de aquel país y que tuvo rechazo por parte de los legisladores conservadores, aunque fue aprobada y entrará en vigor dentro de tres meses.
Con esto, España se une a los 7 países del mundo en tener leyes que ayuden a una muerte digna, los cuales son Holanda, Bélgica, Luxemburgo, Canadá, Nueva Zelanda (donde ya se ha aprobado, pero entrará en vigor en noviembre) y Colombia (en este último por decisión del Tribunal Constitucional, pero sin que el Parlamento haya aprobado una ley que la regule).
La ley indica que “toda persona con enfermedad grave, incurable, o algún padecimiento crónico e imposibilitante podrá solicitar ayuda profesional para morir y evitar un sufrimiento intolerable”. Además se estipula que la persona debe ser de nacionalidad española o residente legal para acceder a los beneficios de esta ley y debe hacer la petición por escrito, sin presión externa, estando capaz y consciente, además de reiterar la petición de querer morir 15 días después del primer requerimiento.
Finalmente se incluye en la ley que los médicos podrán rechazar la petición si consideran que no se cumple algún requisito establecido y esta deberá ser revisada por otro médico y por una comisión de evaluación. Mientras que se incluye la figura de “objeción de conciencia” para los galenos que se nieguen a participar en el proceso.
