Mario Marín, exgobernador de Puebla, fue liberado del Centro Federal de Readaptación Social (CEFERESO) 1 del Altiplano en el Estado de México la noche de este martes.
Su liberación fue ordenada por una jueza federal con sede en Quintana Roo, quien determinó que el exmandatario puede continuar su proceso judicial por el caso de tortura contra la periodista Lydia Cacho desde su domicilio.
La decisión se basó en que las acusaciones en su contra no ameritan prisión preventiva, según el criterio de la jueza. Aunque Marín aún enfrenta causas pendientes en otras entidades, esta medida cautelar le permite llevar su proceso en casa bajo estrictas condiciones.
Tras la orden judicial, se desplegó un operativo de la Guardia Nacional en los alrededores del penal, y Marín fue trasladado en un convoy hacia Puebla, donde cumplirá con su prisión domiciliaria.
La resolución judicial incluye cinco medidas cautelares adicionales:
uso de brazalete electrónico, resguardo domiciliario con vigilancia, suspensión condicional del proceso, prohibición de salir de Puebla y del país, una garantía económica de cien mil pesos, y la prohibición de acercarse a la periodista Lydia Cacho.
Estas medidas fueron impuestas para garantizar que Marín enfrente su proceso penal conforme a la ley.
