Daniel Reyes, padre y Daniel Reyes hijo, señalados por el rapto de la estudiante de secundaría de entonces 12 años de edad, Yamile Sinahi Silahua Sotelo, no fueron enjuiciados simplemente porque el Ministerio Público no presentó las pruebas necesarias en su contra.
El magistrado del Tribunal Superior de Justicia, Jorge Gamboa Olea, quien atendió el caso en apelación, después de que en primera instancia, el juez del caso absolvió a los dos sospechosos, dijo que el asunto se analizó a fondo, pero no había pruebas en contra de los dos, más que solo el testimonio de una niña.
“La sala del segundo circuito que en ese momento integrábamos tres magistrados (en 2017), al revisar el asunto, determinamos que si estaba comprobado el delito, más no así la responsabilidad de las personas que estaba siendo sometidas al juicio”.
Entonces, el tribunal de alzada ratificó la decisión del juez, pero dejando abierta la opción para que el Ministerio Público siguiera investigando el caso. Sin embargo, ya no se presentaron nuevos cargos contra ellos.
“Yo creo que lo que necesitamos es más coordinación entre las instituciones, tanto de la Fiscalía, que se inicia con toda esta investigación, como el Poder Judicial, que confirma este tipo de resoluciones pero deja la opción de seguir investigando. Definitivamente la capacitación y seguimiento es determinante”.
Destacó que la capacitación es una pieza fundamental para conjuntar esfuerzos en la impartición y procuración de justicia.
La menor Yamile de 12 años fue vista por última vez el 11 de enero de 2016 en el poblado de Santa Rosa 30 en el municipio de Tlaltizapán, a pesar de que los responsables fueron reconocidos y detenidos, quedaron en libertad sin que hasta el momento se conozca el paradero de Yamile.
