Tras un mes de incertidumbre, la NASA ha logrado restablecer la comunicación con la sonda espacial Voyager 1, lanzada en 1977.
Esto fue posible gracias a la utilización de una unidad de reserva que no había sido utilizada desde 1981, lo que demuestra la increíble resiliencia de la tecnología desarrollada por la NASA para esta histórica misión.
La Voyager 1, que originalmente tenía la misión de estudiar los planetas exteriores de nuestro sistema solar, continúa su viaje hacia el espacio interestelar, cumpliendo su tarea mucho más allá de lo esperado.
El problema que dejó a la sonda sin transmitir ocurrió a finales de octubre de 2024, cuando la Voyager 1 apagó su transmisor de radio al detectar un problema de energía tras la activación de uno de sus calentadores.
Como resultado, se apagaron varios sistemas no esenciales y se activó una banda S, de menor potencia pero más eficiente en cuanto a consumo energético.
Los ingenieros de la NASA han tenido que reconfigurar el sistema que sincroniza sus tres computadoras, y aunque la energía disponible es limitada, se espera que la sonda continúe enviando valiosos datos científicos por muchos años más.