La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha declarado que la emergencia internacional por la pandemia de COVID-19 ha terminado, luego de más de tres años de afectar a la población mundial. Esta decisión se tomó debido a la reducción de casos graves y fallecimientos a nivel global, aunque el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, advierte que no se debe bajar la guardia.
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Si bien es cierto que la pandemia ya no es motivo de preocupación a nivel internacional, no significa que la enfermedad haya desaparecido, según la OMS, una persona muere cada tres minutos a causa de esta enfermedad, y el mundo debe seguir tomando medidas para evitar su propagación.
Desde principios de año, la cifra de contagios y muertes reportadas se ha ido reduciendo a nivel global. En la última semana de abril, la OMS confirmó 630 mil casos de COVID-19 en el mundo y 3 mil 500 muertes, mientras que en enero se superaron los 1.3 millones de positivos y los 14 mil fallecidos, en parte a causa de la ola en China.
Este virus ha cambiado nuestro mundo y nos ha cambiado a nosotros, es necesario aprender de esta experiencia y no volver a cómo eran las cosas antes de la pandemia. La innovación y la investigación han sido clave para encontrar soluciones a esta enfermedad, y el incansable trabajo del personal de salud ha sido fundamental para salvar vidas.
Sin embargo, el líder de la OMS también hace hincapié en que no se deben desmantelar los sistemas que se han construido, ni enviar el mensaje a la gente de que el COVID-19 no es motivo de preocupación, es importante seguir tomando medidas preventivas como el lavado de manos, el uso de mascarillas y el distanciamiento social.
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Araceli Segura
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