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Esta es la exigencia que toda la prensa mexicana hacemos a las autoridades de los distintos poderes y, en específico al presidente, Andrés Manuel López: “BASTA DE MATAR A PERIODISTAS”.

José Santiago López/ Pluma Digital

El luto que hoy envuelve al gremio, lo detonan los SEIS HOMICIDIOS DE COLEGAS que se han registrado en menos de un mes, de este 2022.


MÉXICO, es uno de los países MÁS PELIGROSOS para ejercer el PERIODISMO, pero a nadie parece importarle la severa crisis que se vive, y cuando digo a nadie, incluyo al mismo presidente.

Hoy pareciera que no hay conciencia de lo que está pasando, porque pese a la gravedad de los ATENTADOS contra la LIBERTAD DE EXPRESIÓN, desde el “púlpito” de la mañanera se emiten, claros mensajes de odio hacia la labor informativa, más aún cuando el periodismo revela actos de corrupción ligados al mandatario.

O ¿qué me dicen de la reacción de López Obrador contra el PERIODISTA, CARLOS LORET DE MOLA, tras la investigación que exhibió la lujosa mansión de uno de los hijos del presidente?

AMLO exhibe sueldo de Carlos Loret de Mola

La respuesta fue de señalamientos, de denostaciones e incluso, se aplica el “programa” denominado “QUIÉN ES QUIÉN” para desprestigiar a medios de comunicación que SEÑALAN ANOMALÍAS.

La gravedad del problema comienza cuando los CASOS SE MINIMIZAN, se tratan de invisibilizar y, peor aún, se alientan desde la presidencia de la República.

De acuerdo a la organización independiente de derechos humanos Artículo 19, desde el año 2000 han documentado 148 ASESINATOS DE PERIODISTAS en México.

Del total, 136 son hombres y 12 son mujeres y de los cuales 47 se registraron durante el mandato anterior del presidente Enrique Peña Nieto y 28 en el mandato de Andrés Manuel López Obrador.

Pero insisto: ¿A alguien le importa?

El atentar contra el ejercicio periodístico es afectar la DEMOCRACIA en el país, pues la libertad de expresión es piedra angular.

Hoy condenamos los asesinatos de: Marcos Ernesto Islas, José Luis Gamboa, Margarito Martínez, Lourdes Maldonado, Roberto Toledo y Herber López.

Hoy gritamos fuerte y claro:

¡ No se mata la verdad, matando periodistas!

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