Desde el año pasado, en las altas esferas del poder, la palabra menstruación se volvió muy cotidiana, y es que por fin se aprobó la Ley de Menstruación Digna en el país y con la cual se busca eliminar la brecha de desigualdad que, el proceso fisiológico natural causa entre hombres y mujeres.
Las discusiones tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados e incluso entre la sociedad se volvió tan “acalorada” y polémica, solo por que el hecho de menstruar sigue siendo un tabú e incómoda.
Recientemente, la MENSTRUACIÓN volvió a causar POLÉMICA, ahora dentro de la industria cinematográfica; los estudios de animación PIXAR produjeron una cinta, donde se aborda el tema de la regla.
Críticos y youtubers, no repararon en calificarla de “INCOMODA”, solo por contar las vivencias de una adolescente de 13 años de edad, que comienza a menstruar.
Pero más allá del estigma este proceso fisiológico, a las mujeres nos representa desigualdad laboral, profesional, económica y educativa. Llevemos estos términos a números: En México, más de 43 MILLONES DE MUJERES, niñas y adolescentes -entre 15 y 50 años- MENSTRÚAN; en un año, una mujer regla alrededor de 2 MIL 535 DÍAS, pero, aunque es un proceso fisiológico natural, esto también genera una DESIGUALDAD entre hombres y mujeres.
¿Porqué?
Porque al momento de ser un tema femenino, se piensa que es “lujo”, y representan gastos que solo nosotras pagamos.
Las mujeres gastamos al año unos 26 MIL PESOS EN TOALLAS SANITARIAS o 30 MIL PESOS en TAMPONES, gastos que muchas no pueden cubrir y que se traduce en ausentismo escolar o a los centros laborales, siendo motivo de sanciones y hasta frases que nos violentan.
Adquirir insumos menstruales representa entre el 6 % y el 8 % DE LOS INGRESOS DE LAS FAMILIAS con menos recursos y que cuatro de cada 10 mujeres, no pueden solventar.
A ello le súmanos que la desigualdad salarial del 16 por ciento entre hombres y mujeres, situación que AGRAVA la ya, de por sí, difícil situación.
Resulta impensable que, en algunos países, las mujeres o niñas son consideradas “CONTAMINADAS E IMPURAS ” mientras están menstruando y se les imponen restricciones de todo tipo. No se les permite tocar el agua ni cocinar, no pueden asistir a ceremonias ni sitios religiosos o culturales y no pueden participar en actividades comunitarias. Peor aún, en ciertos lugares ni siquiera pueden entrar a las casas y se les CONFINA A COBERTIZOS donde sufren frío y aislamiento, además de correr el riesgo de contraer enfermedades.
En 2021 en México se aprobó la LEY DE MENSTRUACIÓN DIGNA, cuyo objetivo es eliminar esta brecha de desigualdad; se contempla dentro de la misma eliminar el iva en productos menstruales, además de entregarlos de forma gratuita en escuelas.
La ley esta bien, la aplaudimos y reconocemos, aunque aún faltan muchos retos por vencer, aquí lo importante es no satanizar, estigmatizar y romper el TABÚ de la regla…
