Con una procesión y misa fue recibida la estatua de San Antonio Padua, robada en 2002 de la iglesia de Santiago Apóstol del municipio de Jiutepec y posteriormente llevada a Estados Unidos. Durante años se mantuvo resguardada por un coleccionista en Texas que decidió donarla más tarde.
Sin embargo, este año la estatua fue entregada al Gobierno Americano que decidió devolverla a México. Entonces el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) llevó a cabo la repatriación en agosto pasado.
No obstante, fue hasta este martes 29 de noviembre cuando la figura del santo regresó a su lugar de origen, ya que tuvo que pasar por una restauración que hicieron las autoridades del INAH a fin de regresar a Padua en las mejores condiciones posibles.
Cabe señalar que esta estatua data del siglo XVII y tiene un recubrimiento de 24 kilates, por lo que se cree que pudo haber sido vendida al coleccionista de Texas por dichas características.
