Restauranteros de la Ciudad de México y el Estado de México realizaron una carta en conjunto dirigida a la Jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum y al Gobernador Alfredo Del Mazo, en la que lanzan un severo ultimátum “O abrimos o morimos” y piden ser declarados como actividad esencial para poder laborar de manera normal en semáforo rojo.
“Esto es un llamado de auxilio: nos están extinguiendo. ¡Ya no podemos más! ¡No condenemos a los trabajadores de los restaurantes al desempleo ni a miles de negocios a la quiebra” reza la carta abierta.
Desde que inició la pandemia se estima que 13,500 establecimientos de venta de comida han cerrado en el Valle de México, aseguran los restauranteros. Mismos que señalan adecuaron sus negocios con todas y cada una de las medidas sanitarias exigidas por el Gobierno federal y el de cada una de las entidades, sólo para que los cerraran en cuanto el semáforo cambió a rojo.
“Gracias a esas medidas de higiene y a un aforo limitado es que los restaurantes no son fuentes de contagios” indica el escrito.
Finalmente hacen un llamado a las autoridades para controlar el comercio ambulante de comida, ya que aseguran, además de que estos no pagan impuestos, tampoco siguen las medidas sanitarias y se han convertido en verdaderos focos de contagios, mientras que ellos como empresarios formales han protegido a clientes y trabajadores por igual, dejándolos sin trabajar de todos modos.
Este viernes se decide si tanto la Ciudad de México como el Estado de México bajan el color del semáforo a naranja o continúan unos días más en el nivel máximo de alerta. Posibilidad que temen los restauranteros termine por “matar” muchos más negocios.
