El día de ayer la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Instituto Politécnico Nacional (IPN) solicitaron a todos los internos de pregado retirarse de las sedes clínicas hasta el próximo 30 de abril, debido a que no cuentan con condiciones de seguridad.
A través de un comunicado, la Facultad de Medicina de la UNAM aseguró que muchos de sus internos se encontraban realizando labores de logística o urgencias, las cuáles no les correspondían; además no portaban con la protección necesaria ni contaban con la capacitación para atender pacientes con COVID-19.
De hecho, el pasado 17 de marzo el Consejo Técnico de la Facultad realizó una sesión extraordinaria donde se acordó que los universitarios no podían estar en “los servicios de urgencia, en la ruta de los pacientes con COVID-19 o áreas de terapia intensiva”.
Ante ello, pidieron a sus mil 500 residentes que se retiraran de 76 hospitales públicos desde el pasado 6 de abril y se retome labores hasta el 30 del mismo mes.
El IPN hizo la misma solicitud a sus internos rotatorios de pregrado y a sus estudiantes de Enfermería que realizan el servicio social en el Sector Salud, pero sin un plazo de tiempo fijo. Sin embargo el Instituto buscará opciones para que estudiantes y profesores continúen involucrados en la atención a la emergencia sanitaria.
