El domingo pasado un grupo de hackers secuestró parte de los sistemas operativos y equipo de cómputo de Petróleos Mexicanos (Pemex), a lo que exigían un pago de 5 millones de dólares para su liberación. Ante ello, el Gobierno de México ya dijo que no lo pagarán.
Los directivos de Pemex negociaron con los presuntos responsables para conseguir un “precio especial”, sin embargo no se llegó a ningún acuerdo, por lo que el secuestro continúa.
Ante ello, se ha dado la instrucción a los trabajadores afectados de desconectar los equipos de cómputo, bloquear correos institucionales y dar de baja en la nube documentos que pudieran presentar un riesgo.
El pago solicitado por los hackers era de 526 bitcoins, equivalente a cinco millones de dólares que deberían ser pagados a las 48 horas de que se reportó el ataque, pero las autoridades ya dieron su postura.
Aseguran que “no es tan grave” pues apenas representa el 5 % del equipo digital con el que cuenta Pemex, y que además no compromete la seguridad de la empresa.
