Garantizar la Seguridad Pública corresponde a las autoridades del estado en cualquiera de sus órdenes de gobierno, pero la Seguridad Ciudadana, es responsabilidad de todas y todos.
Cuántas veces no hemos escuchado la trillada frase de:
“Necesitamos más sociedad y menos gobierno”…
Como la clave para poder salir adelante de los tantos problemas en los que actualmente nos encontramos, y poder hablar de una verdadera democracia en nuestro país.
Desafortunadamente, tal y como se señala en el Índice de Democracia 2021 de la Unidad de Inteligencia de The Economist, México ocupa el lugar 86 de 167 países analizados, donde el número uno es el país más democrático, situando a México con una puntuación de 5.5, pasando de ser una “democracia defectuosa” a un “régimen hibrido”, una categoría situada entre el autoritarismo y la democracia, esto debido a la violencia en el país así como a la insistencia del Presidente de concentrar el poder en manos del ejecutivo federal, según la revista británica, impactando de esa manera en el desempeño del gobierno, la participación ciudadana, la cultura política y las libertades civiles.
Hablar de una calificación respecto del desempeño de nuestras autoridades dependerá del punto de vista de quien la emita, considerando por su puesto las afinidades políticas, ideológicas o hasta la amistad que muchas veces tanto se presume con los encargados de tomar las decisiones en los puestos gubernamentales.
Es por eso, que en un ejercicio de autocrítica debemos analizár qué tanto nosotros, los ciudadanos, no solo detectamos o señalamos las deficiencias del gobierno, sino por el contrario nos preocupamos y más importante aún nos involucramos y nos identificamos como una parte responsable para construir Seguridad Ciudadana, entendida como el conjunto de acciones democráticas, entre ciudadanía y gobierno en pro de la seguridad de la persona, su familia y su comunidad.
Cuando la Seguridad Ciudadana funciona, las autoridades responden a la exigencia ciudadana, tal y como sucedió hace unos días, cuando en el marco de la reunión plenaria del Grupo Empresarial Morelos, tuvimos la oportunidad de exponer ante el Secretario de Desarrollo Económico y Turismo de Cuernavaca la problemática que diversos sectores empresariales vienen padeciendo desde administraciones anteriores, lo que permitió generar acuerdos y elaborar una agenda de trabajo en común que permitirá proponer acciones y soluciones para la elaboración de políticas públicas eficientes y eficaces.
El reto que tienen las autoridades en materia de seguridad pública es disminuir la incidencia delictiva a través de acciones coercitivas, punitivas y correctivas, mientras que el reto en común que tenemos ciudadanía y gobierno es mejorar la percepción de seguridad, a través de acciones de prevención y no solo hablamos de delitos, sino que necesitamos ir mas allá, necesitamos trabajar en acciones reales, concretas y territoriales de prevención social de la violencia, como origen de conductas antisociales y delictivas, ya sea a través de la prevención primaria, secundaria o terciaria.
Entendiendo como acciones de prevención primaria las enfocadas a reducir los factores de riesgo de una comunidad, como puede ser la intervención de espacios públicos o mejorando la infraestructura urbana; la prevención secundaria, que está dirigida a prevenir situaciones de violencia y delincuencia en grupos de riesgo como lo son las mujeres, jóvenes, adultos mayores o las y los integrantes de las comunidades de diversidad sexual; y por último la prevención terciaria, cuyo objetivo principal es evitar la reincidencia delictiva.
A diario, autoridades y ciudadanos llevamos acabo alguna de estas actividades sin saber que lo que estamos haciendo es producir seguridad, llamémosle a las cosas por su nombre, mejoremos juntos nuestro entorno social y vayamos hacia adelante, hacia la Seguridad Ciudadana a la que todas y todos tenemos derecho.
