En el municipio de Santiago Choápam, Oaxaca, existe la comunidad indígena de San Juan del Río, misma que habitan 1200 personas aproximadamente. El pasado 5 de enero las autoridades de la localidad decidieron suspender las restricciones sanitarias impuestas por el COVID-19 para realizar el tradicional baile de Día de Reyes en celebración al Divino Niño Jesús. Al evento asistieron cientos de personas del poblado, así como una banda. En el evento hubo comida, bebida y mucha diversión sin cubrebocas.
Diez días después del festejo, comenzaron a darse los primeros signos de alerta ya que de 30 pruebas rápidas aplicadas en la comunidad, 10 dieron positivo, entre los cuales se encontraba el personal del centro de salud que tuvo que ser aislado, dejando sin atención médica a la población.
Tras esto, el pánico se apoderó de la gente y la mayoría decidió aislarse en sus casas, dejando de lado los trabajos y servicios básicos en la comunidad. Ante la emergencia, el edil de Choápam, Evergisto Gamboa, envió un oficio al Gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat y al Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, pidiendo auxilio inmediato, requiriendo enviaran personal de salud, vacunas contra COVID, medicamentos, oxígeno, artículos de desinfección y pruebas rápidas a la comunidad.
“Ante el olvido, la pobreza y el desprecio, nos da lo mismo morirnos acá en la ciudad, que en la montaña, por tal razón, de no dar respuesta inmediata a esta petición, todos los que dieron positivo y están asilados, nos trasladaremos al centro de la capital para morirnos en nuestro abandono en Oaxaca”.Extracto del oficio enviado al Gobierno de Oaxaca y de México
Los Servicios de Salud de Oaxaca indicaron que fueron enviadas brigadas con médicos y enfermeras a la comunidad, así como material de protección y desinfección. Esta misma autoridad aseguró que hasta el momento se reportan 12 muertos, 14 hospitalizados y 400 contagios en esta comunidad tras el baile, sumados a los contagios y muertes ya registradas en la comunidad.
Finalmente se informó que se iniciará una investigación contra las autoridades locales por haber permitido el evento multitudinario que derivó en este brote de COVID-19 en la comunidad indígena.
