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Uno de cada dos morelenses vive por debajo de la línea de bienestar

24 Morelos escasos recursos pobreza
Imagen ilustrativa

Según datos oficiales de la Comisión Estatal de Evaluación del Desarrollo Social (COEVAL), en el 2016 el 49.5 % de la población en Morelos vivía en condiciones de pobreza, mientras que el 6 % lo hacía en condiciones de pobreza extrema, es decir, uno de cada dos morelenses se encontraban viviendo por debajo de la línea mínima de bienestar, desafortunadamente, no se cuentan con datos más recientes que nos ayuden a actualizar esta información, sería interesante conocer las condiciones actuales en las que se encuentra el anfitrión del mundo, lo que no se puede medir no se puede mejorar.

Hace poco más de tres años, en enero de 2019, cuando recién iniciaba la administración estatal y comenzaban en funciones las entonces administraciones municipales, se propuso desde el ejecutivo estatal echar a andar una estrategia de seguridad denominada “Plan Estatal para la Pacificación de Morelos”, que iniciaría formalmente con la firma del “Pacto por la Pacificación”, en el marco de la XL Sesión Ordinaria del Consejo Estatal de Seguridad Pública, siendo la primera que encabecera el gobernador, Cuauhtémoc Blanco.


Cuando se puso sobre la mesa de los encargados de seguridad la todavía propuesta, el primer cuestionamiento que se realizó fue que en Morelos no estábamos en guerra para hablar de pacificación, seguramente por la formación castrense de quienes hoy son los encargados de elaborar y llevar a cabo políticas públicas en favor de la seguridad, sin embargo, cuando se les expuso y sensibilizó en el sentido de que cada persona a diario vive su propia guerra interna, la visión al respecto cambio totalmente.

La guerra interna la vive cada integrante de las familias morelenses, la vive la jefa de familia al pensar si tiene para darle de desayunar a su pequeño hijo cuando despierte, alistándolo para ir a la escuela, si es que tiene esa oportunidad o bien, tomar clases en línea de alguna manera, la guerra interna la vive la joven que tiene que salir de su casa todos los días cuando todavía se encuentra obscura la calle pensando y deseando que nada le vaya a pasar mientras camina para tomar el servicio público, la guerra interna la vive el hijo que no encuentra una oportunidad para desarrollar sus talentos artísticos y por el contrario se encuentra rodeado de situaciones de riesgo que lo invitan a caer en conductas antisociales o delictivas, la guerra interna la vive cada mamá o papá que simple y sencillamente no encuentran oportunidades laborales para poder llevar el sustento a su familia y darles la seguridad de que nada les faltará, esa es la guerra interna que como muchas otras se viven a diario en cada hogar de nuestro estado.



Cuando se logró comprender eso, el siguiente paso fue aún más complicado, hacer que cada integrante del gabinete entendiera que para pacificar el estado era necesario su involucramiento y participación bajo una misma línea, la Seguridad Ciudadana, desafortunadamente, aunque muchas dependencias así lo entendieron, hubo otras, sobre todo las de carácter social, que no pudieron o de plano no quisieron colaborar.

Aún así, se logró que en un hecho histórico que todas las autoridades de todos los órdenes de gobierno, así como representantes del sector social, suscribieran el “Pacto por la Pacificación de Morelos” como un instrumento que permitiera establecer políticas públicas que mejoraran las condiciones de desarrollo social de las y los morelenses, las preguntas entonces serían…

¿Realmente se ha mejorado? ¿En realidad se hizo algo o fue solo letra muerta? ¿Cuáles son los indicadores de medición? ¿Cuáles siguen siendo las áreas de oportunidad? ¿En qué estamos fallando?


Las respuestas se tienen a diario al interior de cada hogar morelense, en la parálisis legislativa, en las precarias condiciones en que se recibieron las administraciones municipales, en cada esfuerzo aislado y resultado pulverizado del gobierno estatal, en el desinterés del gobierno federal hacia Morelos, así como en el alto porcentaje de cifra negra del delito por la falta de confianza en las autoridades encargadas de la procuración y administración de justicia.

Aún y con todo eso, debemos apostarle al legado histórico de Morelos como tierra de libertad y trabajo, y así “unidos como hermanos, los hijos de Morelos”, debemos hacerle frente a nuestras guerras internas.

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