Acoso contra estudiantes: no debe dejarse de lado

A una semana se haberse conmemorado el Día Internacional de la Mujer, en distintos puntos del país comenzaron a sobresalir diferentes manifestaciones, principalmente de estudiantes, quienes denunciaban acoso dentro de las aulas.

Las primeras manifestaciones se hicieron presentes en la Ciudad de México, donde estudiantes del del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), protestaron para exigir la destitución de la directora debido, en general, a descuidos de la institución, pero también para denunciar el acoso de uno de los maestros de inglés.

Sin embargo, lo que llamó la atención de ciudadanos fue que este tipo de demandas contra la violencia hacia la mujer, se hicieron presentes en otros puntos de la república, como lo fue Morelos.

Alumnas del Centro de Bachillerato Tecnológico Industrial y de Servicios (CBTIS) 194 ubicado en el municipio de Ayala, y del Centro de Estudios Tecnológicos, Industriales y de Servicios (CETIS) 44 ubicado en la colonia Altavista de Cuernavaca, también denunciaron acoso.

En ambas instituciones, de manera casi simultánea se registraron las protestas por parte de alumnas, quienes pidieron la intervención de las autoridades educativas para frenar los actos que laceran la dignidad de las personas.

Al respecto el Instituto de la Mujer para el Estado de Morelos, en su carácter de Mecanismo para el Adelanto de las Mujeres (MAM), se pronunció en contra los actos de acoso sexual que se han denunciado las alumnas.

“Es evidente que las barreras estructurales, las prácticas machistas y patriarcales arraigadas, continúan obstaculizando el acceso de las mujeres a una vida libre violencias y a la Igualdad sustantiva de las mujeres niñas, adolescentes y adultas, trasgrediendo los derechos: a la integridad física y psicológica, a la Libertad Sexual y a un Trato digno” escribieron en el comunicado.

También emitieron una serie de recomendaciones a las autoridades educativas, entre las que destacan que deben garantizar el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia, fomentando la el respeto estricto y la protección de sus derechos humanos.

Además, aseguraron que como autoridad tienen la obligación de diseñar programas educativos  con perspectiva de género que incidan en modificar los patrones socioculturales de conducta de hombres y mujeres, incluyendo a todo nivel del proceso educativo.

Exhortaron a no dejar pasar por alto ningún tipo de violencia, y proceder de manera legal en contra de quienes resulten responsables de algún delito.

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