Locatarios de artesanías de plata instalados a un costado del Palacio de Cortés en Cuernavaca, han vivido el peor escenario desde hace 40 años, y es que la iniciativa del Buen Fin no fue la mejor para este sector de venta.
Jesús Herrera, locatario en esta plaza, declaró que no hay promoción, no hay turismo y por ende no existen ventas para los más de 200 artesanos que conforman esta plaza, además de que muchos de ellos prácticamente están en la quiebra por la nula actividad económica.
Además, son tres factores que entorpecen la venta de sus productos; los trabajos de reparación en el Museo de Hernán Cortés, la pandemia y el confinamiento, así como la poca promoción que se le da a esta plaza para que los turistas asistan y compren.
María Cruz, otra locataria, expresó que sus ventas son apenas del 20 %, porcentaje que no ha podido incrementar desde que comenzó la pandemia y están temerosos de que en diciembre esto pueda mejorar, debido a que no hay turismo en el Estado.
Por último, los comerciantes esperan que los tres niveles de gobierno no los olvide y realicen campañas de promoción turística, debido a dicha plaza cuenta con todas las medidas de salud.
