Lo que se esperaba que fuera un partido parejo entre Argentina y México la noche de ayer en San Antonio, se convirtió en una pesadilla para los tricolores al caer 4-0 ante una selección albiceleste que sin mucho esfuerzo, aprovechó los graves descuidos defensivos.
Solo bastaron 45 minutos para que la selección juvenil de Argentina anotara los cuatro tantos, y evidenciar la falta de nivel de la defensiva mexicana, la cual se conformó en la central por Néstor Araujo y Carlos Salcedo.
Lautaro Martínez, jugador del Inter de Milán, fue el solitario delantero que anotó tres de los cuatro tantos. Uno más llegó vía penal a cargo de Leandro Paredes.
El quinto no llegó gracias a una tremenda atajada de Guillermo Ochoa tras un potente tiro de De Paul en la segunda mitad.
Con este resultado se evidencia que México no está a la altura para competir con selecciones de alto nivel, ni siquiera en amistosos.
