Cuando llueve y baja la temperatura es normal que surja el antojo de una bebida caliente, ya que el cuerpo comienza a quemar “reservas” de grasa para calentarse, creando la necesidad de reponerlas, esto lo explican investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
“Al consumir bebidas calientes como un chocolate, es normal sentirse felices, pues se libera dopamina y serotonina”, dice la universidad nacional, por ello es que las personas llegan a pedir un chocolate caliente con una pieza de pan, lo que da una sensación de “recompensa”.
Pero, recordó, abusar de alimentos azucarados no es la mejor decisión para la salud.
Si el cielo está nublado, las personas suelen tener más sueño, y es que la ausencia de luz trae consigo la producción de melatonina, la hormona responsable de regular el sueño, sin importar la hora que sea.
“Y esa felicidad al taparte, no se debe a que tu cobija te dé calor, sino que tu cuerpo lo produce y se queda atrapado entre ti y la cobija”, que, sumado al sonido relajante de la lluvia, se confabula para descansar mejor.