La hepatitis en niños regularmente es un evento raro, no ocurre con frecuencia, y por eso este nuevo brote está llamando la atención.
A nivel mundial se han registrado más de 300 casos, principalmente en Reino Unido, el especialista del Del Departamento de Microbiología y Parasitología detalló que de los primeros cuatro casos detectados en menores de Nuevo León, México, dos corresponden al de hepatitis A (la más común), uno ha sido negativo a todos los virus identificados de la enfermedad y el cuarto sigue bajo investigación.
“No es algo que se produzca de manera habitual”.afirmó Roberto Vázquez Campuzano, académico de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM.
Cabe destacar que este brote de hepatitis en la población infantil no es de ninguno de los virus conocidos o de los más frecuentes.
Hasta el momento se desconoce su origen, pero está siendo investigado si tiene relación con el virus Sars-Cov-2 (Covid-19), o con el Adenovirus 41, que se ha aislado en la mayoría de los casos y está vinculada a gastroenteritis.
“En el caso del nuevo brote, se analiza si la hepatitis es causada por la intoxicación con algún medicamento; hasta ahora se manejan varios, como paracetamol, de uso muy frecuente en la pandemia”, pero se continúa indagando”.
Sin embargo, especialistas detallan que hasta el momento la hepatitis causada por el brote no reporta una transmisión entre familias; el enfermo no contagia, por ejemplo, a sus hermanos.
Recomendaciones
Si los niños tienen diarrea, vómito o un tono amarillo en la piel o en los ojos, en esos casos se debe buscar atención médica. El especialista de la UNAM, Roberto Vázquez Campuzano, precisó que en necesario seguir las medidas básicas de higiene como lavado de manos, cubrirse con el antebrazo al toser o estornudar, además de mantener las precauciones contra la COVID-19, que también sirven para esta enfermedad.
Dijo que la hepatitis no deja secuelas en los niños, al menos la generada por los virus conocidos.
“Atacamos la infección rápidamente; solamente con el virus de hepatitis B, si se adquiere la infección durante los primeros cinco años de vida, la persona se vuelve portadora crónica, lo que significa que vamos a tener la infección toda nuestra vida y podemos desarrollar alguna complicación. Por eso se recomienda que todos los niños menores de un año se vacunen contra la hepatitis B”.
Fuente: UNAM
