México, por fin alcanzó una cifra importante e histórica durante la jornada electoral del pasado 6 de junio. Y no, no hablamos del número de candidatos, dinero o partidos políticos que compitieron, sino del número de mujeres que resultaron electas.
Gracias a la participación ciudadana, hoy resultaron electas siete mujeres que van a gobernar sus estados, hecho que sin duda, marca un precedente en la vida democrática del país, pero que también representa un nuevo reto, pues habrá de construirse una forma distinta de comunicar para que las voces, el tono y el estilo se respeten.
Pero entre todo esto, existe un fenómeno llamado Mariana Rodríguez, ella es el claro ejemplo del poder de las mujeres.
A ella la conocimos en redes sociales, siendo víctima de actos misóginos y machistas por parte de su marido, el actual gobernador electo de Nuevo León, Samuel García.
En aquel momento todos compadecimos a Mariana, sin saber la fuerza y el poder que representa, a tal grado de llevar al triunfo a uno de los personajes más señalado, criticado y quien fue blanco de burlas y memes que inundaron las redes sociales.
Al inicio de la contienda, Samuel García apenas alcanzaba un 13 % de la intención del voto; sus desatinadas declaraciones como la del “sueldito de 50 mil pesos” y el “baja la cámara porque estás enseñando mucha pierna”, lo lanzaron, prácticamente a la lona con un 8 % de los votos.
Pero el carisma e inteligencia de la “influencer”, se hizo cargo de la campaña que llevó a Samuel García a duplicar el porcentaje de las preferencias que culminaron con su triunfo.
Mariana, pasó de ser la imagen de la esposa sumisa y abnegada a la mejor comunicadora política de la era digital, y quien supo capitalizar sus errores, dando paso a una nueva forma de hacer política en México, sí a base de “likes”.
En Morelos, también resaltó un acontecimiento: Macrina Vallejo, mujer originaria de la comunidad indígena de Cuentepec, obtuvo el triunfo el pasado 6 de junio y hoy es diputada local electa.
Sin embargo, de acuerdo con cifras presentadas por el Instituto de la Mujer, apenas un 16 % de las féminas lograron una representación popular.
Hay avances, sí, pero el camino para lograr una real equidad e igualdad aún es largo.

