Decía Platón que “el precio de desentenderse de la política es ser gobernado por los peores hombres”, pero ya no estoy tan segura de que eso sea una verdad, puesto que existen generaciones más involucradas en el tema, y aún así no dejan de aparecer políticos corruptos.
Y es que, parece que políticos y corrupción son sinónimos, porque no importa todo lo que nos prometan, una vez llegando al cargo, se les olvida trabajar por los ciudadanos.
Un ejemplo claro de lo que le les estoy hablando, es lo ocurrido en la 54 Legislatura.
Se acuerdan que hubo diputados que un día antes de rendir protesta al cargo, fueron al Recinto Legislativo para lavarlo con agua y jabón, según para “limpiarlo de la corrupción”, pues su “ritual” no funcionó.
De acuerdo a información emitida por el Centro de Investigaciones Morelos Rinde Cuentas, se detectó que:
Recurso de los ciudadanos que deberían destinarse al desarrollo y paz del estado se usaron como gestiones, buenas obras y bondades de diputados.
¿Bondades? ¿Buenas obras? ¿Cuáles?
Porque coincidirán conmigo que pocos son los políticos que actúan bondadosamente, ¿no?
Bueno, también se reveló que los recursos no cumplen con procesos de adjudicación o tienen elementos mínimos o ausentes de fiscalización o facturación.
En el caso de gestiones, la poca información disponible da muestra de la falta de mecanismos de control, permitiendo justificar con supuestos donativos o apoyos sin documentos fiscales o facturas.
Además, en su mayoría los legisladores ocultan información de cómo usaron el recurso.
Y es que imagínese , de 2018 a 2021 los diputados de la 54 legislatura, recibieron un recurso de mil 194 millones de pesos; en este monto se perciben anomalías.
Pero vamos poniéndole nombre a los posibles actos de corrupción:
El ex diputado, Alfonso de Jesús Sotelo Martinez, reportó un gasto de 13.8 millones de pesos, de los cuáles se da cuenta que:
- Prerrogativas – 3.7 millones de pesos fueron para prerrogativas
- Gestiones 3.3 millones para gestiones
- Mientras que 0.13 fueron para “gastos” y viáticos, entre otras cuestiones en las que se repartió el recurso.
Sin embargo, ante una solicitud de información por parte de Morelos Rinde Cuentas el diputado respondió que: de septiembre a diciembre del 2018, no hubo entrega de ningún tipo de apoyo, y se podría entender por que iba iniciando la legislatura, denos ahí el beneficio de la duda.
Pero esta situación continuó, ya que en el mismo documento se cita que: “de febrero a julio de 2020, tampoco hubo entrega de apoyos o gestiones en beneficio de la sociedad”, pese a las severas afectaciones surgidas por la pandemia.
Este tipo de actos se detectaron en cada uno de los 20 ex legisladores, y sí le agregamos que ya hay señalamientos de los actuales diputados de anomalías que se detectaron, tales como gastos excesivos en mantenimiento de elevadores, aires acondicionados e incluso remodelación de sus oficinas.
Qué razón tiene Paulo Coelho al decir que…
“Cuando un político dice que terminará con la pobreza, se refiere a la suya”.
