A partir de hoy, París entra en alerta máxima ante un rápido repunte de contagios COVID-19, por lo que las autoridades han ordenado el cierre de bares y prohíbe reuniones por festejos.
El prefecto de la policía parisina, Didier Lallement, aseguró que las nuevas restricciones se extenderán por al menos dos semanas y se implementarán nuevas medidas estrictas que muy pronto serán anunciadas.
Los restaurantes podrán permanecer abiertos con una reducción en su capacidad, distanciamiento adecuado y el registro de los números de teléfono de los comensales; lo mismo pasa con las salas de cine, teatro y museos.
Los bares y gimnasios permanecerán cerrados, al igual que ferias y espectáculos profesionales; en lo que respecta a los eventos deportivos, solo se permite una entrada de mil espectadores por ocasión.
“Nos estamos adaptando constantemente a la realidad del virus. Estamos tomando medidas para reducir su propagación”, aseguró Lallement.
Con información de AP.
