En el marco del Día Mundial del Glaucoma, este 12 de marzo, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) informa que es un padecimiento que se puede controlar con tratamiento y evitar así su progresión.
El glaucoma es una enfermedad crónica degenerativa que afecta principalmente al nervio óptico, de ahí la importancia de acudir una vez al año con el especialista para identificar a tiempo cualquier alteración en los ojos.
Existen distintos tipos de glaucoma: el primario, que se debe a un problema del nervio óptico; secundario, por una presión elevada del ojo; y el glaucoma por enfermedades crónicas, como la diabetes.
Un factor de riesgo para padecer glaucoma es la presión intraocular y la genética de las personas, perdiendo con el tiempo el campo visual por la carencia de hasta 40 por ciento de las fibras nerviosas que nos permiten ver.
La mayoría de los casos el glaucoma no presenta síntomas, ya que la presión del ojo se produce de manera lenta y paulatina. Por ello, es importante tomar medidas preventivas con detección y tratamiento oportuno, para evitar hasta 90 por ciento de los casos de ceguera que provoca la enfermedad.
Como una medida de prevención, se recomienda visitar al médico familiar para una valoración y, en su caso, evaluará la necesidad de ser canalizado al área de oftalmología.
