El panadero Juan Manuel Valdovinos, es uno de los 80 empleados de la cadena de restaurantes “Bísquets Obregón” en plaza Averanda, de Río Mayo y Bulevar Benito Juárez en Cuernavaca, que fue despedido al inicio de esta contingencia y que, al igual que sus compañeros, recibió un finiquito menor del sueldo que tenía.
Él ganaba mil 200 pesos a la semana y tras el cierre, le ofrecieron solo mil 100 pesos bajo el argumento que no había recursos económicos y la amenaza de no recibir nada, en caso de rechazar esa cantidad.
“Había personal que ya llevaba muchos años y realmente lo que les dieron fue muy poco y la nómina que debió haber caído la semana pasada, ya no llegó y no cobramos la última quincena; entonces por eso nos vimos en la necesidad de firmar los papeles para llevar un poco de dinero a casa”.
Ahora que ya no tienen trabajo y se acabó el poco dinero que les dieron, presentaron una demanda colectiva en contra de los propietarios de esas dos sucursales a fin de que se les pague lo justo por el tiempo que sirvieron a la empresa.
“A los proveedores tenemos entendido que tampoco se les pagó, entonces también pedimos su colaboración y hacer que nos toque lo justo, porque somos 80 trabajadores que representamos a 80 familias que se quedaron sin ingresos”.
En medio de la contingencia por COVID-19 en Morelos, pidieron a las autoridades estatales poner atención a estos casos para que los ex empleados puedan tener un ingreso en la cuarentena.