Luego de que en Morelos se logró el registro del primer niño de un matrimonio lesboparental, organizaciones religiosas manifestaron su desacuerdo con tal acción.
Juan Carlos Aguiñaga, presidente del Consejo Doicesano de Laicos, dijo que dicho acto puede ir escalando al grado de permitir las adopciones entre parejas del mismo sexo, dejando a los menores sin el derecho de ser criados por figuras paterna y materna.
Señaló que se trata de un hecho que se advirtió al momento de llevarse a cabo las votaciones que permitieron el matrimonio igualitario, y con el cual no prevalece el respeto a los derechos de los menores.
“El niño tiene derecho a verse en un hogar con figuras paterna y materna, y con ello garantizar su sano desarrollo físico, mental, emocional”, dijo.
Juan Carlos Aguiñaga, exhortó a las parejas de matrimonios igualitarios a “no ver a los niños como un trofeo, un triunfo; se debe velar por su bienestar y no buscar lo que nos conviene a los adultos. Debemos de ver su bienestar; por eso debemos velar para que nuestros niños crezcan y sean hombres y mujeres de bien“, señaló.
