En el estado de Tabasco cada año el señor Armando, taxista por oficio, sale a las calles vestido de Santa Claus y regala juguetes a los niños de la calle en cada luz roja que se topa en su camino.
Don Armando tiene 58 años, y recibe las cartas de los pequeños que se le acercan cuando escuchan la tradicional risa de Santa Claus al grito de “¡Feliz Navidad!”.
Sin embargo el Santa mexicano afirma sentirse preocupado pues las cartas que recibe cada vez están más llenas de pedidos de juguetes violentos como armas, dispositivos móviles o videojuegos sangrientos, todo resultado de una “narcocultura” que invade a los niños cada vez más.
Al lado de su fiel compañeros Rodolfo, como nombró al vehículo en el que viaja, Don Armando tiene la meta de regalar mil juguetes a mil niños mexicanos, con el objetivo de sacarles una sonrisa y demostrar que los valores morales no deben perderse.
Esta actividad la hace desde hace 7 años, y aunque no está en sus mejores condiciones económicas, Armando está dispuesto a seguir robando sonrisas a los pequeños.
